Cloud Atlas

**SPOILER ALERT**
Este artículo contiene datos de la película que tal vez no sepas. Si todavía no la has visto, no sigas leyendo, si sigues leyendo, continúas bajo tu cuenta y riesgo.
Cloud Atlas es una película de ciencia ficción. Dirigida por los hermanos Wachowski (Lana y Andy, sí, los mismos que hicieron The Matrix) y Tom Tykwer, basada en el libro homónimo escrito por David Mitchell, publicado en el 2004.
Pienso que Cloud Atlas es una película que uno simplemente la llega a amar o a odiar, y me refiero de esta manera por presentar un argumento que para el público en general, puede que sea difícil de seguir. En resumen, me atrevo a decir que el tema principal de la película es la reencarnación, como nos llegamos a conectar con las mismas personas en todas las vidas que enfrentamos y, también, el gran efecto que puede tener una pequeña decisión en las futuras generaciones.
Al principio, me pareció muy confuso como se pasaba de una escena, una historia en el futuro lejano a otra en la década de los setentas, y de esta a otrás más atrás en el tiempo. Creo que tanto en el libro como en la película, se tomó una dirección un poco riesgosa en cuanto a la forma de contar las historias y entrelazarlas. Soy una persona que le gusta mucho saber la opinión de los demás sobre diferentes temáticas, así que he preguntado bastante sobre esta película y la verdad, la mayoría me han dado malas críticas. A esto se debe la forma de narración de las diferentes historias, no muchas personas le ponen atención o no entienden qué tienen que ver unas con otras. Pienso que ahí radica que la mayoría califiquen la película como “mala” o “pésima”. A parte, si tomamos en cuenta que dura casi las tres horas completas, supongo que eso a ciertas personas puede agregar un poco de “desesperación”.
Una vez más, depende de quién y cómo se mire.
En fin, admito que soy muy apasionada en lo que se refiere al tema de la reencarnación y vidas pasadas, y al hacer las conexiones necesarias me vi inmersa en la historia y, la verdad, no quería que terminara (a pesar de su larga duración). Una de las claves que me ayudó a descifrar el tema fue el hecho que, en una de las primeras historias se refirieran a uno de los personajes como Sixsmith, y este apellido perduró hasta 2 historias o generaciones más adelante. Para ser exactos, son 6 historias:
- 1849, en el océano Pacífico
- 1936, Inglaterra
- 1973, San Francisco, California
- 2012, Reino Unido
- 2144, Corea
- 2321, Hawai (Una especie de mundo post apocalíptico)
En cada una se presentan situaciones totalmente diferentes, pero que al mismo tiempo, poseen alguna cracterística en común, en tanto a situación, temática o algún personaje.
En lo personal, puedo encontrarle varios puntos de vista a las historias en general, puede ser desde una historia de amor, la lucha contra la adversidad, la constante búsqueda de la verdad y la necesidad de la persona humana por tener fe, tener algo en qué creer.
La historia de amor más que nada se puede ver desde la primera historia con el señor Ewing y su esposa en 1849, y se vuelven a encontrar en el 2144 en Korea, con los nombres de Hae-Joo y Sonmi, respectivamente. También en la historia de los setentas con la periodista Luisa Rey y Sixsmith, un físico nuclear. Aquí es dónde es más notoria esa “sensación familiar” entre ellos dos, y se llega a repetir en la historia final en el 2321, donde hasta están casados y tienen muchos nietos.
El tema de la adversidad y la fe se trata mucho en el primer caso que describí anteriormente (historia de 1849 con la de 2144 en Corea). Ambas son las que cuentan con más paralelismo, pues toca el tema de la dignidad y la esclavitud, cada uno bien representado a su tiempo. En el caso de 1849 con la esclavitud de las personas afroamericanas y en 2144 el abuso y, se podría decir, pseudo esclavitud de mujeres clones en el trabajo.
¿Ya los confundí un poco?
Mejor pasemos al mensaje central.
Como mensaje central, pienso que deja uno muy fuerte:
“Por más grande que sea el océano, sin una gota éste no sería lo mismo”.
Vale la pena soñar y pelear por lo que uno cree, y con más razón cuando parece que nadie está de nuestro lado. Un mensaje, tan pequeño como parezca, puede cruzar fronteras e incluso, el tiempo.