Subir la cuesta…cuesta

Otra noche, con muchos pensamientos en mi cabeza. Sé que he hablado mucho sobre la falta de inspiración, el bloqueo mental o incidentes sobre mi vida personal. En este entrada, optaré por la última opción, aunque con un toque motivacional.
Soy de ese tipo de personas que, por más que quiera pensar que “es única” al final piensa todo lo contrario: que no es nada fuera de lo común. Estudio diseño gráfico porque, a pesar que desconocía la carrera, siempre estuve de alguna manera inclinada hacia ese tipo de cosas.
La verdad, el tema de la motivación, seas lo que seas, siempre va a ser un tema difícil. Me refiero a difícil porque por más que quieras algo, siempre va a estar esa pequeña voz susurrándote al oído diciendo que no lo vales, que no eres suficientemente buena (o bueno). Es en ese momento donde se llega a un punto clave: me dejo vencer por mis miedos o hago algo al respecto.
Lo triste del asunto es saber que esa motivación, ese empuje dependa de la satisfacción de otras personas, y no la propia. El hecho de que alguien “alabe” nuestro éxito, puede significar algo para nosotros, pero tampoco lo es todo.Al igual que ganar premios o ser reconocido. Si, es bueno que empieces a ser reconocido en el medio, pero el hecho que no seas reconocido, no te puede impedir que sigas creando.
Creo que hasta hoy me he dado cuenta de que todo depende de uno mismo. No hay que depender de algo externo a nosotros. Es más, nuestra motivación la encontramos en nuestro interior, de lo más puro, de esos sueños alocados que pensamos nunca vamos a alcanzar. Al no más identificarlos lo único que queda es aferrarnos a ellos y disfrutar del viaje, pues va a ser uno largo y difícil. No te olvides de llevar protector solar. 😉
Hola… como ya te escribí en tu face, me gusta mucho leer tu blog,y pues me quede pensando mucho acerca de esta publicación.
Creo que aquí entra muy bien la frase: “Que tanto valen tus sueños”.
Yo estudio danza clásica, y pienso formar bailarines profesionales, la carrera es muy muy pesada pero también muy bonita. En todo casi siempre hemos de encontrarnos con personas que gozan de meternos el pie, de hacernos sentir mal o decir que no somos tan buenos como pensamos.
Yo estuve apunto de salirme de la carrera, no se, me habían lavado el cerebro, y un día me desperté pensando, esto lo hago por mi, y mis sueños valen tanto como las lagrimas y los tropiezos. Supongo que independientemente de si la gente reconoce o no nuestro talento, estamos aquí por algo, y es para seguir nuestros sueños e ideales.
Al final, lo hacemos por nosotros, porque es lo que amamos, y siempre y cuando estemos convencidos, somos los mejores ! (: